Tras su operación de síndrome compartimental en el brazo el pasado jueves, Raúl Fernández estaba ansioso por intentar pilotar su Aprilia RS-GP este fin de semana, a pesar de haber recibido tres cortes para tratar nueve músculos diferentes en su antebrazo derecho. Tras recibir el visto bueno de los médicos el jueves, exactamente una semana después de su operación, el español salió en la primera sesión libre el viernes por la mañana.
Dio un total de tres vueltas y regresó al box, entendiendo que es demasiado pronto para pilotar una MotoGP de forma competitiva. A Raúl le faltaba sobre todo fuerza en los cambios de dirección y por ello decidió renunciar al GP de Francia para acelerar su proceso de recuperación y estar plenamente en forma para la próxima carrera en Mugello, Italia, dentro de cuatro semanas.
"Para ser sincero, mi brazo está bien pero no puedo pilotar. Lo he intentado esta mañana y he dado tres vueltas. Inmediatamente me he dado cuenta de que no estaba preparado para pilotar una MotoGP. Mi condición mejoró mucho pero no podía rodar rápido. Ahora, MotoGP está demasiado igualado y si no estás al 100% es difícil. Me siento mucho mejor con el brazo pero no puedo tomar las curvas, he hablado con mi equipo y será un riesgo para mí si me caigo y tengo más lesiones, ellos entienden la situación y hemos decidido parar y no continuar este fin de semana. Ahora trabajaré para recuperarme para el próximo Gran Premio".
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